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Red solidaria y difusión... para estar atentos

La educación de hoy se apoya en dos grandes pilares: aprender a aprender y aprender a vivir juntos. Podemos afirmar que los desafíos educativos actuales son distintos a los del pasado, y tanto el papel como el lugar de la educación se han modificado. El hecho es que la educación debe enfrentar nuevos y complejos desafíos, uno de ellos es promover prácticas sociales que orienten a nuestros estudiantes y a nosotros como referentes, en situaciones que nos ponen en alerta en lo cotidiano.

Confiamos en que frente a alguna situación de búsqueda de personas todos podemos hacer algo: la difusión es una red que puede salvar una vida.

Lamentablemente la circulación por las calles se ha vuelto insegura y un factor de posible riesgo. Sabemos bien que el miedo paraliza, y no es esa nuestra intención. Nuestra acción es la prevención, el apoyo comunitario y el motor de búsqueda en red se vuelve clave en las primeras horas de una desaparición.

Hablamos con nuestros estudiantes al respecto ya que una de nuestras primeras misiones es el cuidado de los jóvenes. El mensaje es claro: caminar en grupo, evitar calles desoladas o sin iluminación, buscar un referente en caso de sentirse descompuestos, estar en comunicación con la familia, decir hacia donde van o con quien, evitar los destinos sorpresivos o los cambios de ruta sin aviso.
Como adultos debemos tomar parte.

Este tiempo de reflexión social pone de relieve la importancia que adquiere la introducción en las prácticas educativas de los objetivos de cohesión social, de respeto, de solidaridad, pero sobre todas las cosas, de conciencia comunitaria y empatía. La apertura de la escuela a las demandas sociales no significa reproducir dentro de ella las experiencias que ya existen fuera, ni tampoco acomodarse a las tendencias dominantes. La escuela puede, y debe, responder a la demanda social de compensación de experiencias de relación democrática que existen en la sociedad. Podemos constituirnos como modelos a escala de una sociedad que se nutre de los valores fundamentales en pos del bien común.

Nuestra labor como educadores radica en orientar y guiar a nuestros jóvenes estudiantes hacia una autonomía responsable y moral, con la mirada puesta en el otro, que a la vez refleja la propia. Estamos convencidos de que las redes que nos rodean pueden lograr un fin común, y que cada uno de nosotros es fundamental en el entramado: cada uno de nosotros es parte y podemos hacer la diferencia.

La realidad es que la red más fuerte es la del amor, la fuerza de una comunidad organizada es la mejor respuesta en una situación de angustia.

Confiamos en que TODOS somos parte de esta RED.

Equipo Directivo
COLEGIO MILTON

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